Crónica Patch Adams Clowns

Con herramientas tan simples como vestimenta extravagante, burbujas, pelucas, pistolas de agua y brillantina salimos a caminar por las calles hacia nuestro primer destino, la escuela primaria Rosales. No fueron más de 5 minutos cuando empezaron a gritar y bailar por las calles haciendo reír a los que pasaban a nuestro alrededor y a todo que cruzara mirada con alguno de ellos. 

Al llegar a la primaria, mientras esperábamos que nos abrieran la puerta, hasta un perro fue víctima del ataque de risas y burbujas. Entramos a la primaria y fue una explosión de risas, los niños comenzaron a bajar de sus salones de clase y no pasaron mas que segundos antes de que empezar a sonar una risa colectiva de todos los niños, sorprendidos ya que sin previo aviso los sacaron de sus clases de matemáticas, civismo, historia etc para ir al patio a jugar con los Patch Adams Clowns. Después de un tiempo, fue momento de seguir con nuestro paseo. 

Era momento de esparcir la alegría en nuestra segunda locación, en este caso, el mercado de Santa Fe. Al llegar al mercado, nos encontramos con personas comprando ingredientes para su comida, personas sentadas comiendo y otros más comprando diferentes artículos. Fue impresionante ver como las caras de las personas cambiaban y pasaban de seriedad a alegría y cómo sus días se convertían y pasaba de ser solo un día mas a ser un día único y memorable. 

Finalmente llegamos al Centro Meneses donde después de casi dos horas de risas bajo el sol, de mojar a la gente en mercado, de reír tanto con los niños y de bailar con los coches en nuestro camino pudimos descansar unos momentos y tomar agua no sin antes compartir nuestra risa con los jóvenes que estaban en el centro. 

Es importante compartir la alegría. Me di cuenta que no hace falta mucho para cambiarle el día a las personas con las que nos rodeamos todos los días. Son pequeños gestos que hacen que una persona sonría y esa sonrisa dura mucho mas que cualquier cosa ya que se contagia de persona a persona.